Hoy en día existen variedad de dispositivos portables que nos permiten trabajar desde cualquier sitio, ya sean ordenadores portátiles, también llamados notebooks, o los más recién conocidos netbooks, más chiquitos aún si cabe. Si a esto sumamos las conexiones inalámbricas, como el WiFi, y el mayor rendimiento de las baterías, tenemos la oficina portable montada.
Esta portabilidad, el poder conectarnos y trabajar desde cualquier parte, lleva implícitos una serie de hábitos que a veces no son nada buenos. Entre estos malos hábitos tenemos, sin duda, las malas posturas.
En Core77 nos muestran una serie de ejemplos de malas posturas a la hora de utilizar un ordenador portátil, y señalan (con puntos rojos) las zonas del cuerpo afectadas:
Por ello, lo que un ordenador de sobremesa pierde en portabilidad, lo gana en ergonomía.
Si aun así necesitamos o trabajamos por gusto con un ordenador portátil, siempre es conveniente utilizar mesa, silla, y seguir las recomendaciones habituales para una correcta posición de trabajo: