En enero se espera que representantes del Gobierno del Reino Unido se reúnan con los principales ISPs (proveedores de acceso a Internet) de ese país para buscar un modelo con el que poder bloquear el acceso al contenido pornográfico de Internet.
Se pretende así que los contenidos de índole sexual estén directamente bloqueados a través de los IPSs británicos, y haya que solicitar el acceso explícito a ellos por parte de los adultos que así lo deseen.
Al problema técnico que una medida así supone, hay que sumar el carácter moral de definir qué contenidos pueden ser pornográficos, y por tanto censurados, y cuales no.
Se trataría de un paso más allá por el control de Internet por parte de los Gobiernos, tal vez una primera medida para siguientes bloqueos y restricciones de contenidos por parte de éstos (al más puro estilo de China, a la que tanto se la critica en este aspecto).